Marina,
José Antonio. “El síndrome de inmunodeficiencia social” El Mundo Orbyt, 2012. <http://rsocial.elmundo.orbyt.es/epaper/xml_epaper/Cr%C3%B3nica/25_03_2012/pla_3121_CRONICA_MADRID/xml_arts/art_8805858.xml?SHARE=6C23C0F29C6C4F158F7CA6264B48630505AC05FF5F05059E51D678A7744C743DEF68CA1A92718CA93E9A40388E697CF4F3988F64419F096BD2676EBF9AF45F3FABCF0FB6410CBF64DB0339B747317AAE5228BF44C2C053B532AD2E22B5B2CAB7
Análisis
En el artículo de José Antonio Marina encontramos
la creación de una metáfora del todo ingeniosa, pues consigue convertir la
situación de la sociedad actual con respecto a la inmoralidad y corrupción en
ella presente, en una enfermedad: el síndrome de inmunodeficiencia social. A lo
largo del texto, el autor profundiza en los aspectos que le interesan en cuanto
al tema, pero utiliza términos sanitarios de forma metafórica para definir
situaciones.
Se hace una crítica a la conversión de la sociedad
en los últimos tiempos. Habla sobre el carácter pasivo que ha adquirido la
colectividad ante diversas acciones que han ido desmoralizando y corrompiendo
el mundo actual. La aceptación de todo lo que ocurre, bueno o malo, sin un
espíritu crítico con el que analizar detenidamente los hechos. En definitiva:
el predominio de una tolerancia desmesurada y erróneamente adaptada a la
actualidad.
Marina aborda estos temas con el fin de llegar a
una convivencia social correcta, lejos de la corrupción y de la pasividad de la
población. También pincela ideas relacionadas con el mundo político de forma
directa, aclarando la necesidad de que los civiles controlen al gobierno y no
se dejen llevar por una fácil aceptación de los actos.
Es importante destacar el término que el autor
incluye en el artículo “instituciones suicidas”, que son aquellas que el
considera que se perjudican a sí mismas o al ciudadano cuando no se defienden
dentro de un marco ético, el cual no se encuentra muy definido actualmente: la
democracia, la tecnología, la racionalidad científica y el mercado libre.
En cuanto al texto de José Manuel Marina, se trata de algo novedoso que pone en duda conceptos que todos tenemos asimilados de formas diferentes a como él las expone. Marina toma ideas que se encuentran muy presentes en la sociedad y les da la vuelta para ofrecérnoslas desde otro punto de vista. Hace un análisis de lo que él considera que debe cambiarse en la sociedad. No le falta razón en muchos aspectos: la pasividad es uno de los más graves errores que estamos cometiendo. A mayores, se suma el hecho del poco espíritu crítico que hemos ido adquiriendo generación tras generación, y la pérdida de esa rebeldía que caracterizó a nuestros abuelos más jóvenes. ¿Por qué nos arropamos en la palabra "OK" a todo lo que nos ofrecen? Sin duda, esta es una de las lacras de la actualidad.
Belmonte se centra en la pérdida de la moralidad, de los valores éticos anteriormente vigentes y que hacían que la sociedad fuese un poquito mejor. La visión ofrecida por el doctor habla de incultura, de la pasividad, aunque en ocasiones ofrece visiones un tanto rancias del tema.
Debemos hablar de la necesidad de una educación adaptada a estos tiempos, de la necesidad de concienciar a los jóvenes de que la pasividad y la inmoralidad no son los caminos que ellos deben escoger, error cometido por las generaciones jóvenes actuales. De esto nos habla tanto Felipe Portales como Gamoneda, ¿se equivocan? Pues claro que no. La educación es la base de todo lo demás, nuestra sociedad está enferma y se debe recuperar totalmente, desde la raíz, para que el problema no resurja a la mínima infección. A partir de la enseñanza los niños podrán aprender los valores perdidos, debemos inculcarles una moralidad y un espíritu crítico con el que ellos mismos puedan determinar lo que desean y decidir si se conforman o no con lo que les ofrecen, controlar el gobierno desde el pueblo y dejar de lado la cómoda pasividad que tan difundida se encuentra actualmente.
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